Salud

Dra. Evelyn Benavides Neuróloga de Clínica Colonial aborda los factores vinculados con un Accidente Cerebrovascular (ACV)

Dra. Evelyn Benavides Neuróloga de Clínica Colonial aborda los factores vinculados con un Accidente Cerebrovascular (ACV)

Un Accidente Cerebrovascular, también conocido por su sigla ACV, en términos sencillos es una lesión provocada en el cerebro como consecuencia de la interrupción de la irrigación sanguínea.

Al respecto, la Dra. Benavides, explica que algunos de los factores de riesgo más importantes asociados con los ACV son la edad, hipertensión, diabetes, colesterol elevado, sedentarismo, obesidad, apnea del sueño, tabaquismo y consumo de alcohol. No obstante, advierte que en algunas personas hay alteraciones de la coagulación sanguínea que las hacen más propensas a formar coágulos.

Sobre las señales de advertencia que indican que alguien está experimentando un ACV, expresa que se trata de un evento de inicio rápido donde los signos más frecuentes son la desviación de la cara, pérdida o dificultad en el habla, falta de sensibilidad o movilidad de un lado del cuerpo, siendo menos frecuentes los mareos y el dolor de cabeza.

Acciones inmediatas y tratamiento

Entre las acciones inmediatas que se deben realizar en una situación de este tipo, la especialista menciona acudir lo antes posible a un centro de salud que tenga scanner y neurólogo o que lo pueda derivar en menos de 4.5 horas, desde el inicio de los síntomas, ya que el tratamiento oportuno disminuye el riesgo de secuelas y muerte. Asimismo, no se debe dar aspirina ni bajar la presión arterial de la persona afectada y, si es posible, tomar el azúcar de su sangre con un hemoglucotest.

Sobre el tratamiento de emergencia recomendado para alguien que está experimentando un ACV, señala “El manejo de la presión arterial, evitando bajarla en forma brusca, y si es un coágulo ver la posibilidad de inyectar una sustancia que disminuya el tamaño del coágulo y permita que la sangre vuelva a circular al cerebro, ojalá antes de las 4.5 horas de inicio de los síntomas”.

Medidas preventivas

Entre las acciones de prevención que los individuos puedan adoptar para reducir el riesgo de sufrir un ACV, están cuidar los hábitos saludables de vida y tratar las enfermedades que aumentan sus riesgos como, por ejemplo, la hipertensión, diabetes, obesidad o apnea del sueño.

Entre las pruebas o exámenes que permiten diagnosticar un ACV, la Dra. Benavides menciona la realización de un scanner de cerebro sin contraste, la mayoría de las veces en pacientes con sospecha clínica. En casos excepcionales, se requiere resonancia de cerebro y medio de contraste.

A nivel de secuelas más comunes después de un ACV, la profesional manifiesta que “En general, depende del lugar en el cerebro en el cual se haya detenido la circulación de la sangre, por lo cual pueden ser secuelas relacionadas con la marcha, memoria, lenguaje o visión, entre otras funciones”.

A largo plazo, sostiene que la calidad de vida de un paciente que ha sufrido un ACV dependerá del grado de las secuelas, lo pronto que se realice la rehabilitación y su funcionalidad previa al ACV.

“La calidad de vida se ve afectada, principalmente, por las secuelas que quedan y en eso la neuro rehabilitación es fundamental, así como el apoyo de los más cercanos. La neuro rehabilitación con kinesiólogo, fonoaudiólogo y/o terapeuta ocupacional ayudan en la recuperación de las funciones que pueden perderse o disminuir post ACV”.

Finalmente, la Neuróloga de Clínica Colonial asevera que lo relevante en esta materia es pesquisar y tratar los factores de riesgo antes de que se presente un ACV, con hábitos saludables de vida. Dentro de las técnicas de diagnóstico, resalta que se han mejorado cada vez más los programas de imágenes para pesquisar con más detalle el lugar del ACV, y los procedimientos que buscan extraer el coágulo a través de métodos poco invasivos.

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